30 de diciembre de 2010

Cosecha oliva

El pasado puente de la constitución (mientras media España pasaba las mini-vacaciones en los aeropuertos), nosotros nos fuimos (a las 5 de la mañana buaaahhh qué sueño) a Can Cigaleta a recoger la oliva.

Es el segundo año que recogemos. El primero, cuando compramos el terreno, cogimos unos 340kgs y nos dio para 80 litros de aceite.
El año pasado no tuvimos cosecha, tan solo que algunos kilos que usamos para mesa, porque los olivos estaban muy mal y Juli los podó a conciencia.

Así que este año ibamos con nuestra maquinita pensando, en un alarde de optimismo, que quizás cosecharíamos unos 500kgs.





Después de dos días intensivos, cogiendo olivas de sol a sol conseguimos ¡¡¡¡1057 kilos!!! No podíamos creernoslo.
Las hemos llevado al molino ecológico donde las llevamos el primer año, el dueño se acordaba de nosotros (siii hombre, vosotros sois la pareja de la Torre.... O_O ) y hemos quedado tanto o más contentos que el primer año. Aceite de nuestras propias olivas (sin mezclarlas con ninguna otra). Nada menos que 220 litros!!!




Ya tenemos algunas botellitas preparadas para los más íntimos (que no a todo el mundo se le regala este oro líquido). Y cada botellita viene acompañada de nuestro documento oficial de garantía, redactado entre Juli y yo:
"
"ACEITUNAS Y ACEITE DE CAN CIGALETA"
Las aceitunas negras, obtenidas en "Can Cigaleta" pertenecen a la variedad Empelt, mayoritaria en la zona del Bajo Arágón y reconocida mundialmente como la mejor variedad para la preparación de aceituna de mesa en estado de madurez. Por este motivo son de color negro-morado contrastando con las típicas aceitunas verdes recogidas anticipadamente.
Esta variedad es una de las más antiguas de toda España, su método de propagación es el del injerto sobre las oliveras más antiguas. Se dice que su palabra empeltre proviene del catalán "empelt" que significa injerto.
Para su cultivo, en Can Cigaleta, respetamos profundamente el entorno natural y los propios olivos. No empleamos pesticidas para combatir las plagas de insectos que azotan regularmente este cultivo. Intentamos recuperar el equilibrio biológico para que animales tan simpáticos como los pájaros, libélulas, mariquitas, crisopas, murciélagos, ranas etc... se ocupen de ello.
Para la fertilización de la tierra tampoco empleamos productos de síntesis química, el estiércol de vaca, los abonos verdes y la inestimable colaboración de las lombrices de tierra e infinidad de microorganismos terrestres se encargan de ello.
En la preparación definitiva de las aceitunas de mesa hemos prescindido del habitual hidróxido sódico (sosa cáustica) tradicionalmente utilizado. Las aceitunas pierden su amargor natural al ser sometidas a intensas y prolongadas heladas típicas de la zona, aun prendidas en el árbol.
De tan preciadas aceitunas también obtenemos el aceite, suave, dorado y afrutado. Las aceitunas son recogidas y prensadas en menos de 24 horas en un proceso completamente natural y ecológico. No son mezcladas con otras aceitunas de campos vecinos en las cooperativas. Son llevadas a un molino donde son prensadas de forma independiente, obteniendo de este modo un aceite de con la garantia de ser cien por cien libre de químicos.
Obtenemos de este modo un aceite de gran calidad, de un precioso color dorado, agradable, suave sabor almendrado y un fresco aroma que recuerda intensamente al fruto del que proviene."

1 comentario:

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